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Regreso

75° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

08.05.2020

Setenta y cinco años después de que terminó la Segunda Guerra Mundial, rendimos homenaje a sus víctimas. Recordamos la indomable lucha de la nación polaca contra Alemania Nazi, durante el conflicto que duró en Europa entre el septiembre de 1939 y el mayo de 1945.

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No hay duda sobre la contribución de Polonia a la victoria sobre Hitler. Las Fuerzas Armadas polacas fueron la octava fuerza más grande de los Aliados y nuestros soldados lucharon en todos los frentes de la guerra: defendían Polonia en 1939, peleaban en la Batalla de Narvik en Francia, en la Batalla de Inglaterra en 1940, en África en 1941-42, en el Frente Oriental desde 1943, en la batalla de Montecassino, en Ancona, en Falaise, en la batalla de Arnhem en 1944, luchaban para liberar Bologna y para conquistar Berlín en 1945. Anteriormente, en la década de los 1930, matemáticas polacos habían descifrado el código Enigma lo que ayudó a la inteligencia de los Aliados a seguir los movimientos de los alemanes.

El Estado Polaco no se rindió nunca. El gobierno siguió funcionando tanto en el exilio como en Polonia ocupada a través de las estructuras del Estado Polaco Clandestino: organizó batallas y apoyó la inteligencia de los aliados (uno de sus logros fue la intercepción de la documentación de los cohetes V1 y V2) y se aseguró de que continuasen a existir la vida política, educación clandestina y el sistema judicial polacos. El estado clandestino protegía a sus ciudadanos más vulnerables e informaba al mundo libre sobre el Holocausto.

El precio de nuestra lucha desinteresada en contra de Alemania Nazi consistió en casi 6 millones de víctimas polacas incluyendo a 3 millones de judíos polacos. Nuestras pérdidas económicas han sido estimadas a USD 860 mil millones. El territorio de Polonia se achicó en 20% y el 40% de sus obras de arte fueron destruidas o sacadas al exterior.

La victoria por sobre el régimen totalitario Nazi no trajo a Europa Oriental y Central, incluyendo a Polonia, la libertad tan deseada: la región fue separada del mundo democrático por la Cortina de Hierro y permaneció bajo el dominio de la Unión Soviética hasta el 1989.

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