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Regreso

El mundo condena la agresión rusa.

01.03.2022

Ayudemos a Ucrania.

BANDERAS

Los embajadores de los estados miembros de la Unión Europea y de Noruega, Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos han firmado una declaración conjunta en la que condenan la agresión rusa contra Ucrania, que constituye un acto de anarquía internacional y de terrorismo de estado. El documento fue publicado en el diario ''El Mercurio'' del 1 de marzo.

En solidaridad con Ucrania, les animamos a participar en el boicot de los productos y servicios rusos disponibles en el mercado chileno. Esta acción espontánea, que se está llevando a cabo en muchos países del mundo, es, junto con las sanciones formales, un medio eficaz para debilitar al agresor ruso.

‘’Apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa

Por primera vez en Europa desde 1945, un Estado ha decidido agredir e invadir a otro Estado soberano, pacífico y democrático que no amenazaba a nadie. Esta agresión ha comenzado a causar muertes, sufrimientos y destrucciones. La plaga de la guerra ha vuelto a Europa a pesar de los esfuerzos hechos desde hace 75 años para dejarla para siempre. Esperábamos que el uso de la fuerza y de la coerción pertenecían al pasado. Desgraciadamente, nos hemos equivocado. Al usar la fuerza contra Ucrania, el presidente ruso Vladímir Putin ha violado el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Todos los motivos invocados por ello no tienen ningún fundamento y son característicos de los que han sido invocados por agresores muchas veces durante la historia. Los países firmantes no han ahorrado sus esfuerzos, hasta la última hora, para mantener un diálogo y buscar soluciones diplomáticas para resolver las disputas y tomar en cuenta los intereses de las diferentes partes. Todos esos esfuerzos han sido hechos en vano porque parece ahora claro que el presidente Putin ha tenido la determinación de usar todos los medios, hasta los más extremos, y no ha querido en ningún momento negociar de buena fe. Sin embargo, una solución diplomática, que será necesaria, no puede basarse en el desconocimiento de la soberanía, independencia e integridad territorial de Ucrania. La seguridad de unos no se hace al costo de la de otros. Las relaciones internacionales no son un juego de suma cero. Si no es así, corremos el riesgo del retorno a la ley de la selva. Los países firmantes son solidarios con Ucrania. Ellos han tomado medidas para, por un lado, ayudar y apoyar a Ucrania en los ámbitos humanitarios (incluso la acogida de refugiados por los países de la UE), económicos, financieros y de defensa, y por otro lado, para presionar a Rusia y a su aliado bielorruso a través de varias y fuertes sanciones económicas, comerciales y financieras para que ellos paguen el precio más alto por su agresión. Estamos determinados a mantener esas medidas y reforzarlas el tiempo que sea necesario. Saludamos la clara posición expresada tanto por el Gobierno chileno como por el Presidente electo y que está en sintonía con los valores que Chile y los países firmantes comparten. Eso es todavía más importante ya que se trata de una causa crucial para todos los países dedicados a la paz, la libertad y la democracia. Tenemos que estar firmes y unidos frente a la violación de los principios en los cuales debe basarse una comunidad internacional civilizada. La guerra y las numerosas consecuencias a corto y mediano plazo que ella ha acarreado para los ciudadanos de nuestros países así como para los Chilenos representan un desafío enorme que tenemos que enfrentar juntos. Pero la convivencia pacífica regulada por el derecho internacional en el mundo entero está en juego, lo que afecta a todos también a Chile. Por eso la solidaridad, la unidad y la determinación de los países democráticos son indispensables para que el pueblo ucraniano reencuentre la paz y la libertad, y para que defendamos nuestros valores y principios.                                                                                                                                                                                      Christian Hellbach, Embajador de Alemania; Stephan Vavrik, Embajador de Austria; Geert Criel, Embajador de Bélgica; Michael Gort, Embajador de Canadá; Evagoras Vryonides, Embajador de Chipre; Mira Martinec, Embajadora de Croacia; Jens Godtfredsen, Embajador de Dinamarca; Alain Brian Bergant, Embajador de Eslovenia; Rafael Garranzo García, Embajador de España; Richard Glenn, Encargado de Negocios a.i de Estados Unidos; Eija Rotinen, Embajadora de Finlandia; Pascal Teixeira da Silva, Embajador de Francia; Efstathios Paizis Paradellis, Embajador de Grecia; András Drexler, Embajador de Hungría; Paul Gleeson, Embajador de Irlanda; Mauro Battocchi, Embajador de Italia; Shibuya Kazuhisa, Embajador de Japón; Carlo Krieger, Embajador de Luxemburgo; Jostein Leiro, Embajador de Noruega; Carmen Gonsalves, Embajadora de Países Bajos; Jacek Gawryszewski, Embajador de Polonia; António Leão Rocha, Embajador de Portugal; Louise De Sousa, Embajadora de Reino Unido; Josef Hlobil, Embajador de Republica Checa; Floricel Paul Mocanu, Embajadora de Rumania; Oscar Stenström, Embajador de Suecia; León de la Torre Krais, Embajador de la Unión Europea.’’

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