Polonia en Colombia

A la inversa yo preguntaría: ¿Siguiendo qué valores la Comisión y el Parlamento Europeo con su actuar, están conduciendo a una situación en la que es posible eludir los principios establecidos en los Tratados? ¿Puede el derecho secundario cambiar de facto plenamente el sentido del derecho primario? ¿Pueden las leyes alemanas imponerse sobre la constitución alemana?

De hecho, es muy simple. Nuestra principal preocupación, respaldada por muchos análisis legales, es que este mecanismo se pueda utilizar de una manera muy arbitraria y con motivaciones políticas. A alguien no le gusta el gobierno polaco de hoy, así que lo ponemos en la picota. Mañana puede ser el gobierno italiano o portugués; les quitaremos los fondos. Es paradójico, pues en el debate público se habla del mecanismo del Estado de Derecho, mientras que se trata de un mecanismo que no solo está muy politizado, sino que también pasa por alto los Tratados. El mecanismo que supuestamente debe garantizar el respeto del Estado de Derecho es pues, en sí mismo, una violación fundamental de este Estado de Derecho.

Si. En mi juventud era impensable que cayera la Cortina de Hierro. Sin embargo, cuando la tenacidad de Solidaridad y la coherente política estadounidense llevaron al colapso de la Unión Soviética, comenzamos a trabajar orgánicamente para que nuestros países pudieran construir una Europa libre, fuerte y unida lo antes posible. Sin embargo, debo también admitir que entre nuestros aliados a veces hay una falta de comprensión de nuestro pasado. El primer ministro de Eslovenia escribió muy acertadamente al respecto en los últimos días, en una carta a los líderes de la Unión Europea.

No lo calificamos de esa manera. Creo que fue una situación en la que todos salieron ganando. En Polonia, todos podemos ver cuánto se ha avanzado desde 2004. También Europa Occidental se ha beneficiado enormemente de la ampliación de la Unión a Europa Central. Por eso precisamente nos sentimos aún más responsables del futuro de la Unión Europea.

La historia de la posguerra de Alemania está marcada por la división. Pero por esta misma razón, los alemanes conocedores del “legado del comunismo” pueden comprender mejor a los países poscomunistas.

Las naciones se diferencian entre sí en muchos sentidos. Sin embargo, es clave la comprensión mutua y la cooperación. Somos la Europa de las Patrias y que siga siendo así. No creo que una gran unión de transferencias sea una idea aceptable para la mayoría de los Estados miembro.

Hoy, estamos luchando para que ningún país pierda recursos hoy o en el futuro debido a un mecanismo arbitrario y no transparente. No es solo una cuestión de recursos, es una cuestión de confianza básica, que se basa en la ley europea. El fondo de recuperación después del COVID es bueno. Pero no podemos permitir que las malas soluciones vayan acompañadas de buenas soluciones, potencialmente profundamente destructivas para toda la Unión.

Cada euro debe gastarse honradamente. Es más, de paso, cabe mencionar que de cada euro a Alemania, a Europa Occidental, retornan 75 centavos de euro, a Siemens, Hochtief y cientos de otras empresas que realizan contratos. No podemos permitir la corrupción o la malversación de fondos de la UE. De hecho, la lucha contra la corrupción es una marca registrada de mi Gobierno y hemos logrado un gran éxito en este campo. Pregunte por favor a los alemanes que han vivido en Polonia durante los últimos 20 años cómo era Polonia a este respecto en 2004 y cómo hoy. Sin embargo, no podemos aceptar que un Estado miembro se vea privado de dinero por decisiones arbitrarias. Como he mencionado, el límite que no podemos traspasar es el cumplimiento de la letra y el espíritu de los tratados de la UE y de uno de los principios fundamentales: la seguridad jurídica.