„La tarea que nos ha tocado ensalzará el nombre del soldado polaco en todo el mundo” – el 75 ° aniversario de la Batalla de Monte Casino
18.05.2019
Fue una de las batallas más importantes y feroces que decidieron el destino de la Segunda Guerra Mundial: la batalla de Monte Cassino, y la victoria del Segundo Cuerpo Polaco, fue el cuarto ataque de las fuerzas aliadas contra unidades alemanas que controlaban el monasterio benedictino en la colina de Monte Cassino en Italia. La victoria de los polacos rompió la línea de defensa alemana y abrió a los Aliados el camino para liberar Roma.
La colina de Monte Cassino y el monasterio benedictino en su parte superior tuvieron una importancia clave para el sistema de defensa alemán en la llamado Línea de Gustav. En la primera mitad del año 1944 las unidades alemanas que controlaban el monasterio fortificado repelían fácilmente los ataques de las tropas aliadas y tres asaltos sucesivos de fuerzas estadounidenses, británicas, francesas, canadienses, sudafricanas, neozelandesas e indias habían fracasado.
El comandante aliado Oliver Leese pidió al general Władysław Anders, el comandante del Segundo Cuerpo Polaco, unirse a la batalla de Monte Cassino. El general Anders acedió, creyendo que la participación de los polacos en la batalla demostraría la solidaridad de Polonia con las naciones cuya libertad, como la de Polonia, fue violada flagrantemente por Alemania. El 11 de mayo, el general Anders emitió una orden histórica a los soldados del Segundo Cuerpo:
Soldados: la tarea que nos ha correspondido llevará la fama del soldado polaco a todo el mundo. En estos momentos, estaremos en las mentes y los corazones de toda nuestra Nación. Los espíritus de nuestros compañeros en armas que han caído nos apoyarán. ¡Que el león viva en su corazón!
Soldados: por el vil ataque de Alemania contra Polonia, por la partición de Polonia junto a los bolcheviques, por las miles de ciudades y pueblos en ruinas, por los asesinatos y torturas infligidas a cientos de miles de nuestros hermanos y hermanas, por los millones de polacos deportados a Alemania como esclavos, por la miseria y desgracia de nuestro país, por nuestro sufrimiento y nuestro exilio - con la fe puesta en la justicia de la Divina Providencia - avanzamos con la consigna sagrada en nuestros corazones de Dios, Honor y Patria.
A pesar de que los dos primeros asaltos fueron rechazados por las tropas alemanas, después de batallas inusualmente sangrientas de casi una semana, el 18 de mayo del 1944, la resistencia alemana se rompió y el monasterio fue conquistado. El 18 de mayo al mediodía, en la colina de Montecassino se izó la victoriosa bandera blanca y roja. El ataque costó la vida a 923 soldados polacos, 2931 resultaron heridos y 345 nunca fueron encontrados.
La batalla de Monte Cassino fue un testimonio de la valentía y sacrificio polacos y, sobre todo, de la solidaridad con otras naciones del mundo en la lucha contra el nazismo. La victoria polaca, crucial para el destino de la Segunda Guerra Mundial, también servía para recordar a los líderes de Occidente la recuperación de la independencia de Polonia, en momentos en que la Unión Soviética ya había ocupado la mitad del antiguo territorio de Polonia. Al final resultó que, cuando los soldados polacos luchaban en Monte Cassino, las decisiones sobre el futuro de Polonia en la posguerra y sus fronteras ya habían sido tomadas en la Conferencia de Teherán en 1943 por Stalin, Roosevelt y Churchill, y más tarde se sellaron en la Conferencia de Yalta.
Durante el sitio, se tomó la decisión de construir un cementerio en el que fueron enterrados los soldados polacos muertos en la batalla. Hoy en día, el cementerio de guerra polaco en Monte Cassino es una de las necrópolis polacas más importantes.
Las batallas de Monte Cassino han sido rememoradas con una placa sobre la Tumba del Soldado Desconocido en Varsovia y una inscripción en la antorcha de la Tumba del Soldado Desconocido en Cracovia. Un monumento en honor a la batalla y sus héroes polacos se dio a conocer en 1999 en Varsovia, cerca de la calle Władysław Anders y el Parque Krasiński.