Mensaje del Presidente de la República de Polonia
27.02.2023
Hace exactamente un año, el 23 de febrero, sólo unas horas antes de la agresión rusa, estuve en Kiev para apoyar a Ucrania. Hablé con el Presidente Volodímir Zelenski. Al despedirme, vi en sus ojos una gran determinación y valentía.
Me dijo entonces: Puede que no volvamos a vernos. Aquí nadie se rendirá. Lucharemos hasta el final.
Yo le respondí: Volodímir , nos veremos muchas veces más. Siempre puedes contar con Polonia. ¡Que Dios os bendiga!
Por eso, cuando el mundo esperaba que Kiev cayera en tres días y toda Ucrania en una semana, en Polonia sabíamos que eso no ocurriría. Porque lo que nos une -a polacos y ucranianos- es un gran amor a la libertad. Tan grande que se puede dar la vida por ella.
Los polacos, como pocas naciones del mundo, comprendemos la tragedia de Ucrania. Sabemos lo que significan la guerra, la muerte y el sufrimiento, al igual que sabemos qué son las ciudades arrasadas y los crímenes de genocidio. Durante la Segunda Guerra Mundial perecieron 6 millones de nuestros ciudadanos, y Varsovia, la capital de Polonia, quedó completamente arrasada.
Sin embargo, nuestra historia demuestra que ni siquiera los crímenes y las persecuciones quebrantan el verdadero espíritu de la libertad.
La privación de la libertad significa esclavitud, imperialismo, sueños enfermizos de dominio sobre los demás. Al desencadenar la guerra en Ucrania, Vladimir Putin quería restaurar el imperio ruso, quería dividir el mundo y hacer que Europa dependiera para siempre de sus recursos. Y la inmensa mayoría de los rusos le apoyaron en ello.
Hoy, tras un año de guerra, sabemos que no lo consiguieron. Rusia no ha conquistado Ucrania. El mundo occidental está unido. El papel de la OTAN ha aumentado con la adhesión de más países a la Alianza. Europa está acabando por fin con su dependencia del petróleo y el gas rusos.
Putin está fracasando. No ha conseguido ninguno de sus objetivos estratégicos. Le detuvo el heroísmo de los soldados ucranianos y de la sociedad ucraniana. Le detuvo la actitud de Polonia y de otros países que han apoyado a Ucrania desde el primer día. Pero todo esto no habría sido posible sin el firme liderazgo de los Estados Unidos.
Polonia ha estado en primera línea de la ayuda a Ucrania. Tanto la militar como la humanitaria. Precisamente por eso somos el blanco de una organizada y cínica propaganda y desinformación rusas en todo el mundo.
Rusia aún no ha perdido y Ucrania aún no ha ganado. Sabemos muy bien que el camino hacia esta victoria es aún largo e implicará grandes esfuerzos y sacrificios. Pero no hay otro camino. Cualquier intento de llevarse bien con Rusia a espaldas de Ucrania es una actitud cortoplacista y conducirá a una tragedia aún mayor en el futuro. No se puede volver a la situación anterior al 24 de febrero. No se puede volver a la relación de siempre con Rusia.
Para lograr una paz duradera, Ucrania debe ganar. Y para que tenga una oportunidad de hacerlo, necesitamos unidad, unidad y más unidad de todo el mundo libre.
La histórica visita del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a Varsovia y Kiev, a Polonia y Ucrania, reafirmó la alianza estratégica entre Polonia y los Estados Unidos y el apoyo constante a Ucrania, que lucha por su libertad.
Los Estados Unidos garantizan la seguridad de nuestro continente. Muchos en Europa lo habían olvidado. Nosotros sí lo recordamos. Por ello, la prioridad de la Presidencia polaca de la Unión Europea en el primer semestre de 2025 será profundizar en la cooperación entre la Unión Europea y Estados Unidos, reforzar los lazos transatlánticos.
Polonia es el país de Solidaridad. Un gran movimiento que unió a millones de personas y cambió la historia reciente del mundo al contribuir a la caída del comunismo. Estamos orgullosos de ello.
Tras el estallido de la guerra, el pueblo polaco demostró que Solidaridad no es sólo una gran historia, sino que Solidaridad sigue viva en nosotros. Abrimos nuestros corazones y nuestros hogares a nuestros vecinos. No hubo ni hay campos de refugiados en Polonia. Acogimos y seguimos acogiendo a quienes lo necesitan en nuestras casas. Esta es la segunda ola de Solidaridad para nosotros. ¡Solidaridad con Ucrania!
Ucrania sigue necesitando un gran apoyo de todo el mundo libre. Porque ahora está luchando por esta libertad. Sabemos que las consecuencias de esta guerra están afectando a muchas personas en todo el mundo, pero recordemos que es el pueblo ucraniano el que está pagando el precio más alto por esta libertad, el precio de sus vidas.
Y por eso desde Varsovia, una ciudad tan marcada por la guerra, desde Polonia, desde el país de Solidaridad, lanzamos un llamamiento a todo el mundo: ¡seamos solidarios con Ucrania! Repetimos las palabras que los polacos tenían en los labios cuando luchaban por su libertad: ¡no hay libertad sin Solidaridad!