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Regreso

Discurso del Presidente de Polonia Andrzej Duda

14.02.2022

Hace ochenta años se estableció el Ejército Nacional polaco.

AK

Mensaje del Presidente de la Republica de Polonia:

 

¡Honorables Combatientes – Soldados del Ejército Nacional!

¡Estimadas Señoras, Estimados Señores!

Hace ochenta años, el 14 de febrero de 1942, por orden del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Polonia, el general Władysław Sikorski, se estableció el Ejército Nacional – hecho que tuvo una gran importancia simbólica. El Ejército Nacional asumió las tareas de la Unión de Lucha Armada, establecida en 1939 para luchar contra los ocupantes alemanes y soviéticos. Sin embargo, la transformación de la Unión de Lucha Armada en Ejército Nacional no fue sólo un cambio formal de nombre. Algo mucho más importante se reflejó en esa decisión: la idea era enfatizar la importancia de las fuerzas armadas en el país, las cuales a partir de entonces se convirtieron en el Ejército Polaco clandestino.

El Ejército Nacional era una parte integral de las Fuerzas Armadas de la República de Polonia, junto con las Fuerzas Armadas Polacas en el Oeste y el Ejército Polaco formado en la Unión Soviética bajo el mando del general Władysław Anders. Se trataba de integrar a las organizaciones militares independentistas que actuaban en el país en representación de diversas fuerzas políticas. La mayoría de estas organizaciones se sometió al mando del Ejército Nacional. De esta forma, el Ejército Nacional pasó a la historia como expresión de la unión de los polacos en la lucha por la libertad de su Patria. La existencia del Ejército Nacional fue una prueba incuestionable de que "Polonia aún no desapareció", fue expresada por el signo de Polska Walcząca - un símbolo de esperanza de recuperar libertad y de la fe en la victoria final.

Estamos celebrando el 80° aniversario de la formación del Ejército Nacional como una gran celebración del ejército polaco y nuestro estado soberano. Una celebración del honor y orgullo polacos. La fiesta de la victoria, porque la actual República de Polonia independiente se fundó sobre el coraje y sacrificio de los soldados del Ejército Nacional.

Siempre estaremos orgullosos de que, el Estado Secreto Polaco y el Ejército Nacional fueran verdaderos fenómenos de la lucha contra el totalitarismo durante la Segunda Guerra Mundial. Era el ejército clandestino más grande, mejor organizado y más fuerte de toda la Europa ocupada. En el momento de la mayor capacidad de combate, contaba con casi 380 mil soldados voluntarios, incluidos más de 10 mil oficiales y 35 mil partisanos en unidades forestales. El Ejército Nacional demostró su fuerza, agilidad y valentía especialmente durante la operación "Burza" (“Tempestad”) y el Levantamiento de Varsovia. Es símbolo de valentía y la voluntad de resistir de los polacos, y emprendió varias espectaculares acciones militares, de sabotaje y subversión. Estamos orgullosos de la contribución del Ejército Nacional a la lucha librada por todo el campo aliado y la victoria sobre el Tercer Reich. Particularmente importantes para el curso de la guerra resultaron ser los grandes logros del servicio secreto del Ejército Nacional, como el desciframiento del secreto de la producción de cohetes alemanes V-1 y V-2. Hasta la mitad de los informes de inteligencia que llegaron a los aliados de la Europa ocupada vino de parte de los polacos.

En nombre de la República de Polonia, rindo homenaje a todos los sucesivos comandantes de la Unión de Lucha Armada-Ejército Nacional y todos los soldados del Ejército Nacional; a los heroicos patriotas que son la personificación de la devoción sin límites a la Patria. 100 mil soldados del Ejército Nacional murieron al servicio de la Polonia independiente y casi 50 mil fueron deportados a prisiones y campos de trabajo soviéticos. Siempre vamos a venerar la memoria de los héroes. La leyenda de los insurgentes de Varsovia, de cichociemni (los silenciosos invisibles - unidad de paracaidistas de operaciones especiales), de Szare Szeregi (Rangos Grises), de los partisanos del Ejercito Nacional, de la generación de Columbos, de las enfermeras y mensajeras jóvenes siempre será inspiración para nosotros.

Deseo expresar mi más profundo respeto a todos los miembros del Ejército Nacional presentes entre nosotros. Sus hermosas biografías y actitudes patrióticas son para nosotros ejemplos a seguir. Gracias por su disposición al sacrificio más alto, por cumplir con dignidad su juramento militar, por los esfuerzos y penas sufridas. Tanto nosotros, contemporáneos –nacidos después de la guerra–, como las generaciones de polacos que vendrán después de nosotros, siempre seremos grandes deudores de la gesta del Ejército Nacional. Nuestro homenaje, nuestra gratitud, nuestro orgullo hacia los soldados del Ejército Nacional continuarán como un elemento importante de la identidad nacional polaca y un testamento moral y cívico de la fidelidad a la patria y del servicio a una Polonia libre.


¡Gloria a los soldados del Ejército Nacional!

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