Prof. Adam Glapiński: Milagro económico polaco
20.11.2021
Polonia en los últimos años ha alcanzado un gran éxito económico. Teniendo en cuenta numerosas adversidades que estaba enfrentando nuestro país, se puede decir que se trata de un milagro económico - escribe el gobernador del Banco Central de Polonia, Narodowy Bank Polski (NBP)
Polonia en los últimos años ha alcanzado un gran éxito económico. Teniendo en cuenta numerosas adversidades que estaba enfrentando nuestro país, se puede decir que se trata de un milagro económico. La economía polaca reduce la distancia con los países europeos más ricos en forma rápida y sistemática, cuyo efecto es un nivel de vida en constante crecimiento para los polacos. Tuvimos que recuperar las pérdidas que eran efecto de la difícil historia de Polonia. Nuestro país desapareció del mapa mundial por 123 años, sufrió en dos guerras mundiales y tiene atrás varias décadas del comunismo. Actualmente, con satisfacción y orgullo, podemos mirar cómo esos atrasos van desapareciendo. Es más, Polonia se convirtió en una economía que afronta los retos de forma excelente y sufre menores desgastes de las perturbaciones mundiales que otros países. Así ha sido en el caso de la crisis financiera global. Así ocurrió también el año pasado cuando el mundo estaba lidiando con la crisis ocasionada por la pandemia de la COVID-19.
Los factores responsables de esos éxitos económicos de Polonia sin duda alguna son la ambición, la laboriosidad y energía de los polacos. Cabe recordar el fervor en construir los fundamentos políticos, militares y económicos de la Polonia restituida en las dos décadas entre las guerras mundiales. Un elemento importante de esos fundamentos fue la creación de la moneda polaca –esloti (PLN)– que se convirtió en el pilar de seguridad y desarrollo económico polaco. La Segunda Guerra Mundial ocasionó enormes daños. Después durante 40 años estábamos esclavizados por la Unión Soviética. Hoy, de nuevo, estamos reconstruyendo rápidamente nuestra posición. Y estamos logrando un gran avance.
El rápido desarrollo económico actual es posible gracias a una gran laboriosidad de los polacos, que logra resultados concretos. Desde 2004, cuando Polonia se incorporó a la Unión Europea, el PIB creció un 90%. En la época del actual gobierno de coalición nuestro producto interno creció más de una quinta parte. Es un crecimiento realmente impresionante, alcanzado en difíciles condiciones competitivas.
Hemos manejado de excelente forma condiciones difíciles también después del estallido de la pandemia de la COVID-19. No solo logramos limitar las pérdidas económicas, sino también regresar rápido al camino del crecimiento dinámico. Eso ha sido posible en parte gracias a una reacción rápida y decidida de las autoridades económicas. El Estado polaco destinó más de 50 000 millones de euros a la lucha con la crisis provocada por la pandemia. Al mismo tiempo el apoyo fue dirigido para aliviar el impacto de la pandemia. Tanto la sociedad como también la economía hemos manejado excelente el reto pandémico. Por lo que se refiere a la economía, nos ayudó sin duda alguna tener una moneda propia. La hábil administración de la moneda propia y una política pragmática y eficaz del Banco Central de Polonia [Narodowy Bank Polski, NBP] es una cuestión muy valiosa en las circunstancias económicas en el mundo que actualmente están cambiando rápido.
Las ventajas indicadas de Polonia que resultaron tan relevantes para el desarrollo de nuestra economía en el transcurso de las últimas décadas sin duda constituirán un importante soporte para Polonia en el futuro. Nos esperan numerosos retos que necesitarán acciones a largo plazo. Vale la pena poner atención en este contexto a dos elementos. Primero, el desarrollo económico tiene que ir de mano con el fortalecimiento de la capacidad de defensa de Polonia. El segundo reto relevante que enfrentará la economía polaca en la perspectiva de los próximos años, y seguramente décadas, es la realización de la llamada transformación energética. Cambiar la vía energética será difícil y costoso. Limitar el papel del carbón y la emisión del dióxido de carbono en la economía polaca y mantener al mismo tiempo la seguridad energética, necesita de una fuente de energía grande y estable que pueden ser solamente las centrales nucleares. Para Polonia las inversiones en la energía nuclear constituirán un gran reto financiero, sin embargo, estoy convencido de que lo afrontaremos bien. El Gobierno planea aumentar de forma significativa el flujo de dinero destinado a la transformación energética a través del Fondo de Transformación Energética [Fundusz Transformacji Energetycznej] que recibe el financiamiento asociado al pago por el derecho de emisiones de carbono. Parece que en ese ámbito será posible que se involucren también los inversores extranjeros. Si fuera necesario, el NBP también apoyará ese proceso, utilizando por supuesto sus instrumentos y actuando conforme al mandato.
La transformación energética será un proceso difícil y costoso que no podremos evitar siendo una economía cada vez más rica y miembro de la comunidad europea, en especial ante las ambiciones climáticas europeas, pues ser miembro de la Unión Europea por un lado genera beneficios, por otro –obliga a incurrir en gastos.
Polonia sin duda alguna se ha beneficiado de ser miembro de la Comunidad. Sobre todo, nos hemos convertido en beneficiarios del mercado común europeo con la libre circulación de productos, capital, servicios y personas. Ante nuestras empresas se abrieron enormes oportunidades de expansión y venta de los bienes en el territorio dónde viven casi 450 millones de personas. Al mismo tiempo, a Polonia empezó a llegar un capital extranjero que veía el potencial de nuestro país, lo que desde hace años se convierte en elevados niveles de retorno para los inversores extranjeros.
Los inversores extranjeros todo el tiempo aprecian las ventajas de Polonia: la seguridad política, democracia estable, trabajadores altamente calificados, infraestructura cada vez mejor y política macroeconómica adecuada. Actualmente la economía polaca no tiene que convencer a nadie sobre sí misma. Ya no somos un «pariente pobre», sino un socio de nuestros vecinos europeos cada vez más rico.
Hoy se cumplen los sueños de muchas generaciones de polacos. Polonia se está convirtiendo en un país cada vez más fuerte económicamente que sistemáticamente refuerza su posición en el mapa de Europa. El rápido desarrollo económico de Polonia en los próximos años no parará, aunque nos esperan muchos retos. Sin embargo, no tengo duda alguna que vamos a poder enfrentarlos bien.
Texto publicado simultáneamente con la revista mensual polaca de opinión Wszystko Co Najważniejsze [Lo Más Importante] en el marco del proyecto realizado con el Instituto de la Memoria Nacional e con Banco Nacional de Polonia [Narodowy Bank Polski, NBP].